viernes, 10 de enero de 2014

RENDICION



“Demasiada gente abdica de ser responsable de sí misma. En la espiritualidad, demasiada gente quiere que alguien le diga qué hacer. Quieren que el maestro les diga: “Haz esto o no hagas eso. Medita tanto tiempo o tanto otro”. Si nos vemos atrapados en este hábito, podemos quedarnos en una especie de infancia espiritual. En un momento dado necesitamos crecer; necesitamos mirar dentro de nosotros y encontrar nuestro guía interior. Hay cosas que la mayoría de seres humanos saben, aunque no quieran saberlas. Saben profundamente que ciertos aspectos de sus vidas funcionan o no, que ciertas partes de su existencia son funcionales y otras no lo son. Sin embargo, a veces, como seres humanos, no queremos saber lo que no nos conviene. Entonces fingimos que no sabemos.

Lo más importante es salir del fingimiento. Hay un momento y un lugar para cada cosa. Hay un tiempo para hacer esfuerzos y ser disciplinado, para soltar y darte cuenta de que no puedes hacerlo solo, de que dependes de la gracia, de que el esfuerzo y la lucha no forman parte del proceso.

Pero entiende una cosa: la trayectoria de nuestra vida espiritual y de todo despertar espiritual – cualquiera que sea nuestra vía, tanto si es una vía progresiva o directa como si es devocional o de otro tipo – nos lleva hacia la rendición. En definitiva, ése es el objetivo del camino espiritual. Todo lo que hacemos nos lleva a un estado espontáneo de rendición, de dejar ir. Ahí es donde todo nos conduce, cualquiera que sea el camino, cualquiera que sea la práctica. Cuando sabes esto, te das cuenta de que cada paso del camino es la siguiente oportunidad de rendirte. Es posible que requiera mucho esfuerzo llegar ahí, que requiera mucho esfuerzo llevarte al punto en el que estés dispuesto a rendirte a la gracia, pero, al final, toda la espiritualidad se resume en soltar la ilusión del yo separado, soltar lo que pensamos que es el mundo y cómo creemos que debería ser. Tenemos que estar dispuestos a perder nuestro mundo. Ese estar dispuestos es la rendición; ese estar dispuestos es soltar. Y cada uno de nosotros tiene que ver lo que ese soltar significa para nosotros, qué tenemos que soltar. Que esto nos resulte fácil o difícil no importa lo más mínimo. En definitiva, lo importante es soltar.”

Adyashanti, El final de tu mundo, Comentarios sobre la naturaleza de la Iluminación

viernes, 6 de diciembre de 2013

MATRIMONIO





Por eso en segundo lugar te digo: el amor debe ser profundamente enraizado. No se debería obviar ningún esfuerzo que pudiera conducir a que un niño fuera más amoroso. Pero nuestra estructura no lo permite porque estamos asustados. Si una persona comenzase a amar más, ¿qué ocurriría con el  matrimonio? ¿Qué sucedería con esto y aquello? Nos sentimos preocupados. En realidad nunca pensamos qué es lo que sucede al casarnos. ¿Qué es lo que es el matrimonio en la actualidad y qué es lo que ha sido siempre? Tan sólo un doloroso sufrir, un largo sufrir con caras sonrientes. Ha demostrado ser simplemente una desgracia. A lo más, una conveniencia.

Cuando digo esto no quiero decir que si eres capaz de amar a más gente, no te cases. Por lo que a mí concierne, una persona que es capaz de amar más, no se casará sólo por amor. Se casará por cosas más profundas. Por favor, entiéndeme: si una persona ama a muchos, no hay razón para que se case con alguien sólo por amor, porque es capaz de amar a muchos sin casarse, de modo que ésta no es la razón. Hemos forzado a que todo el mundo se case debido al amor, debido a que no puedes amar fuera del matrimonio, hemos forzado innecesariamente al amor y al matrimonio a ir de la mano. Innecesariamente. El matrimonio es para cosas más profundas, más profundas todavía: para la intimidad, para un objetivo común, para desarrollar cosas que no pueden ser hechas en solitario, que deben realizarse juntos, que necesitan de estar estrechamente unidos, de una intimidad profunda. Debido a esta sociedad privada de amor, nos casamos por amor romántico.
El amor nunca puede ser una gran base para el matrimonio porque el amor es alegría y juego. Si te casas con alguien por amor, te sentirás frustrado porque pronto la alegría se evapora, la novedad desaparece y surge el aburrimiento. El matrimonio es para una íntima amistad, una profunda intimidad. El amor está implícito, pero no es lo único. Así que el matrimonio es algo espiritual, ¡algo espiritual! Hay muchas cosas que nunca puedes desarrollar en solitario. Incluso tu crecimiento necesita de alguien con el que complementar, alguien tan íntimo que te puedas abrir totalmente a él o a ella.

El matrimonio no es en ningún modo sexual. Lo hemos forzado a ser sexual. Puede que el sexo esté presente o puede que no lo esté. El matrimonio es una profunda comunión espiritual. Y si esta clase de matrimonio se da, alumbra almas muy diferentes, almas cualitativamente muy diferentes. Cuando un niño nace de esta intimidad, puede tener una base espiritual. Pero nuestros matrimonios son únicamente sexuales, sólo un compromiso sexual. Y de este acuerdo, ¿qué es lo que puede nacer? O bien nuestros matrimonios son acuerdos sexuales o se deben a un amor romántico momentáneo.

En realidad, el amor romántico está enfermo. Debido a que no puedes amar a muchos vas acumulando la capacidad de amar. Luego te sientes inundado por ella. Entonces, cuando encuentras a alguien y tienes la oportunidad, ese desbordamiento de amor es proyectado. Por eso una mujer corriente se torna como un ángel y un hombre normal se vuelve divino, parece divino, como un dios. Pero cuando el desbordamiento desaparece y vuelves a la normalidad, ves que has sido engañado. El es sólo un hombre corriente y ella una mujer corriente.

Esta locura romántica es creada por nuestro condicionamiento monógamo. Si a una persona se le permite amar, nunca acumulará tensiones que puedan ser proyectadas. Así que el romance sólo es posible en una sociedad muy enferma. En realidad, en una sociedad sana no habría romances: habría amor, pero no romance. Y si no hay romance, entonces el matrimonio se dará en un nivel más profundo y nunca será frustrante. Y si el matrimonio se da en función no sólo del amor sino de una íntima proximidad, en función de una relación de “yo-y-tú” de modo que ambos puedan crecer, no como “yo” y “tú” sino como “nosotros”, entonces el matrimonio es un verdadero entrenamiento para la ausencia de ego. Pero desconocemos totalmente esta clase de matrimonio. Todo lo que conocemos es fealdad: sólo rostros maquillados y por dentro todo muerto.

Osho, La alquimia suprema, vol 1, pp 152-53

domingo, 1 de diciembre de 2013

Sinsaber



No sė
cómo definirte
Amor
poner en palabras
esta belleza que siento
al verte,
presente
tan cerca de mí
tan lejos de yo

ese misterio
que es el amor
 - estar suspendida
    en el aire de tu mirada -
sentirme tan una
contigo
con todo
las hormigas
el viento, el silencio,
la vida,
la eternidad,
palabras que definen
y limitan
nombrando
el momento
tan intenso, tan uno,
eterno y efímero

vuela como tú, pájaro
se mueve
no se detiene
cual mar,

y ahí,
en ese ser uno
contigo mar pájaro Amor
renacemos sin lucha,
sin guerra,
aceptándote,
sacra CRISIS,
amándote,
amándonos cada día
a más profundidad

ABSOLUTISMOS



“El Rey de Francia es el príncipe más poderoso de Europa. No tiene minas de oro como su vecino el Rey de España; pero tiene más riquezas que él porque las saca de la vanidad de sus súbditos, que es más inagotable que las minas (…). Además, este rey es un gran mago: ejerce su imperio sobre la mente de sus súbditos; les hace pensar lo que él quiere. “ Montesquieu.

En los medios de comunicación aparecen periódicamente sucesos que afectan a personajes importantes o mediáticos y tratan de mentiras, fraude y estafas a gran escala. No sólo esos individuos pueden prosperar, sino que ni siquiera necesitan ya disimular sus fechorías, que cometen con arrogancia. (…). Los aspectos que caracterizan a los perversos morales (megalomanía, seducción, mentiras y ausencia de escrúpulos) se han convertido en nuestra época en cualidades que se requieren para “triunfar”, tanto en las empresas como en la política o en cualquier actividad social. Lo único que importa es que no te pillen. Como dijo muy bien Tahar ben Jelloun en Le Monde: “Es la época de los tramposos, los impostores, los corruptos y corruptores, los usurpadores y los falsificadores, los que se han vuelto poderosos por el dinero fácil y no por la virtud humanitaria”.
Las investigaciones sobre la motivación se han extendido del marketing a la dirección de empresas y luego a todos los terrenos de la vida cotidiana. Ahora ya, con las agencias de comunicación, la manipulación se ha profesionalizado y hay asesores que forman a los dirigentes y a los políticos para la seducción, las medias verdades en incluso las componendas con la moral. Saben pulir la apariencia de su cliente para hacerlo seductor, torcer los hechos para presentarlos desde una perspectiva favorable y poner en escena ciertos acontecimientos para influenciar a la opinión.  También saben practicar la desinformación, desacreditar a los competidores o montar “casos” para hundir a un adversario. En el fondo, a partir de un individuo cualquiera, estos expertos en la manipulación y la estafa pueden construir un avatar adaptado a cada situación.”

Marie-France Hirigoyen, “El abuso de la debilidad …y otras manipulaciones”, Paidós, 2012, pp 161-2

domingo, 21 de julio de 2013

HIPOCRATIAS


“Nuestra concepción actual del mundo ya no parece servir para asegurarnos un futuro más sano y próspero. En efecto, incluso puede llegar  infundirnos la idea terrible de que la vida en la Tierra está en peligro. Sin embargo, el nuevo mundo acaba de empezar. La invalidación de unos principios de la vida anticuados que han mantenido a la humanidad coartada y atemorizada durante siglos deja atrás un caos de fragmentos dispersos del conocimiento que ya no tienen ningún sentido. Los puntos de vista descritos en estos últimos capítulos no son, sin duda, la respuesta definitiva al rompecabezas de la salud y la enfermedad. De hecho, cualquier punto de vista es una limitación en sí, mientras que nuestro verdadero potencial es ilimitado.
No es correcto decir que el medicamento AZT, utilizado para el tratamiento del sida; o la quimioterapia, la radioterapia o la cirugía aplicadas a un tumor maligno, no sirvan de nada o que sean dañinos. Así como tampoco es correcto decir que todos los tratamientos naturales son útiles e inofensivos. Si se tiene en cuenta la fuerza que puede tener el efecto placebo en cualquier persona, está claro que incluso un veneno como el AZT se convertirá en néctar si un paciente está convencido de que le curará el sida. Tanto la enfermedad como el medicamento son proyecciones ilusorias de nosotros mismos que pueden hacerse “realidad” cuando empezamos a identificarnos con ellos o los “energetizamos” de un modo u otro. Puede suceder que una persona esperanzada sometida a radioterapia a causa de un cáncer no experimente ningún efecto adverso y sí una remisión espontánea. Por otro lado, una persona deprimida que ingiere un placebo contra un dolor de cabeza puede sufrir un derrame cerebral. Hay ejemplos de personas que se enfurecen tanto que de repente sufren un infarto de miocardio mortal, por mucho que sus vasos sanguíneos estén perfectamente limpios. En cambio, un individuo con las arterias totalmente bloqueadas puede crearse su propio bypass y no experimentar ningún problema físico.

Una profunda convicción de que un determinado medicamento nos va a ayudar a superar una enfermedad puede ser tan eficaz como la visión pesimista de que, por ejemplo, un cáncer puede acabar con nuestra vida. No obstante, una confianza profunda no es un sentimiento muy común en enfermos de sida, esclerosis múltiple o cáncer, enfermedades causadas principalmente por falta de autoestima y emociones reprimidas. Como ha revelado un estudio reciente, la desconfianza, la rabia y la duda son más comunes en las personas enfermas. Las personas felices, con una personalidad “no tóxica”, rara vez enferman. La salud y la enfermedad son proyecciones precisas de nosotros mismos y en ellas vemos como en un espejo todo lo que somos. Si una persona desea eliminar de su cuerpo el cáncer, que puede ser una manifestación de rabia reprimida y frustración, mediante radioterapia, quimioterapia o extirpación quirúrgica, en lugar de aprender a utilizar la misma energía para recuperar su paz mental, la proyección de su rabia socavará cualquier beneficio a largo plazo que pueda tener determinada terapia. El mensaje fundamental de este libro es que podemos cambiar la proyección si cambiamos nosotros mismos. La propuesta es que cada uno asuma su propia responsabilidad sobre todo lo que le suceda, y que con ella aparecerá la fuerza para realizar los cambios adecuados que le conducirán de modo certero a descubrir que cada cual lleva en su interior la clave de los eternos secretos de la salud y el envejecimiento.”

"Tus fuerzas naturales, las que están dentro de ti, serán las que curarán tus enfermedades." HIPOCRATES

Andreas Moritz, Los secretos eternos de la salud. Medicina de vanguardia para el siglo XXI, Obelisco, 2009.

lunes, 11 de marzo de 2013

Narcisismos

Sí, era lo que pensaba entonces, cuando creía que la Justicia era justa.

Ay, las creencias.

Tantas veces tropezando con las mismas piedras, las creencias.

Tanto tiempo (¿tanto, desde la galaxia de lo relativo?) para comprenderlo.

La Justicia siempre es Justa. Sólo es la humana, la que a veces, en apariencia, en la superficie, parece que erra.

Al poco asoma la cabeza la Justicia, el 8.

Poco a poco, al principio (¿qué principio?), icebergueando entre las oleadas, y el barco se hunde.

El Titanic, la soberbia del ser humano, al descubierto. Naufragio. Pistoletazo de salida.

También la belleza está ahí, agazapada tras las máscaras de la humareda que ha dejado la estampida en el desierto de tanto corazón helado, petrificado por el desamor aparente y constante entre humanos, las agresiones a los derechos básicos, la desazón y digestión de que todavía existe la extrema maldad en esta Tierra, y que el virus se contagia rápido. Muy rápido.

Descubro estos autoengaños que me separan del todo, de cada muestra de vida en el universo, le gusten a mi yo, o no le gusten nada, más bien le asquean, emergen sombras que resurgen como cabos sueltos, antiguas tristezas que mi ser había aparcado en un párking muy caro, y se prosigue, en mi cuerpo y mi ser, el camino del agua de cada día, ya en manos de lo privado (?), secuestrados los afectos por papá estado ojo que todavía estamos sin papa en el Vaticano,

respirando respirando,

a cada respiración en la espera
de que ilumines pronto,
sol escondido tras las nubes,
agua que limpia los pulmones,
la belleza en movimiento,
de nuevo, 
para que recuerde agradecerte, sol,
que sales cada día
te conviertes en luna
cada noche,
sin separación alguna,
y no lo olvide
o recuerde pronto

oh luna, sol, vida,

tan narcisistas,
de momento,
como mi ombligo.


viernes, 8 de marzo de 2013

AGUA CRISTALINA


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Brota el manantial
al tiempo que se derrama
     el agua
por las mejillas,
esa agua cristalina
de los ríos tras las lluvias.

Te has llevado,
Agua,
esa Piedra

el fruto de generaciones adormecidas 
en canciones de ensueño.

Cayó la manzana del árbol
cuando estaba madura
y la recogió Eva
o Lilith

pero no la robó, como él,
inmadura, 
ellas esperaron
a que cayese del árbol,

y eso no lo cuentan,
los caraduras.

Tantos años de dominio
de papá encima de mamá
por fin se transforman.

Y madre, a  ratos
se sienta a horcajadas de padre
por si acaso se nos olvida
de dónde venimos
y hacia donde vamos:

al origen de todo, en femenino
y plural.